Pasta de ajo clásica
La pasta de ajo es un complemento versátil para una variedad de platos, aportando un aroma y sabor especiales. Esta receta requiere unos dientes de ajo, aceite de oliva, sal y pimienta. Los ajos se deben pelar y cortar en trozos pequeños, luego se fríen ligeramente en aceite de oliva hasta que se doren. Este proceso permitirá que se liberen todos los sabores del ajo.
Cuando el ajo esté dorado, hay que triturarlo en una licuadora o utilizando un prensador de ajos. Añade un poco de aceite de oliva para que la pasta quede suave y homogénea. Es importante no calentar demasiado el ajo para evitar el amargor que puede estropear el sabor de la pasta.
La pasta de ajo terminada se puede utilizar para untar en pan, como aderezo para pasta, añadir a salsas o incluso en guisos. Combina bien con una variedad de platos, dándoles un rico sabor a ajo. Tenga en cuenta que la pasta tendrá más sabor si la deja reposar durante varias horas, o incluso días, en un recipiente hermético.
Esta pasta puede ser parte de una guarnición o un elemento independiente en un plato. El ajo en la pasta se vuelve suave y dulce, lo que atraerá especialmente a aquellos que prefieren un sabor delicado sin asperezas.
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